Solo nada

Si alguna vez lo hubiese planeado, nunca habria sucedido.

De repente estaba ahi. Con ella en el asiento de a lado y con su mano entre sus piernas. Podia sentir ese calor que emanaba dentro de ella.
Ella apretaba sus piernas mas en señal de placer que de rechazo.

La oscuridad los embargaba. Solo se veian los reflejos de sus ojos cuando se buscaban el uno al otro.

El como llegaron ahí fue tan bizarro como intracendental. Lo importante es que iban. Lo importante es que estaban.

Meses atras, años atras, el jamas hubiera podido imaginarse que estaria manejando a altas horas de la noche llevandola a su casa y teniendo todo un mundo de posibilidades.
Nunca hubiera imaginado que despues de las borracheras, de los destrozos, de los desvelos,  de que ella le partiera el corazon una y muchas veces, ella por fin sediera unos instantes de su tiempo (y de su cuerpo) para compartirlos (intercambiarlos?) con el, esa noche.

Pero suponer que el tendria la madurez o el coraje para sobrellevar esa situacion es otorgarle meritos que no tiene. Y como le sucederia mas de una vez en la vida, el no pudo comportarse al nivel del momento.
Se paralizo.
Tuvo miedo.

Por eso le temblaban las manos. Por miedo. Y no por exitacion como ella creia.

Y asi fue, que al llegar a su destino, el no atino a hacer algo mas. El no atino a comersela a besos. El no atino a raptarla y desnudarla y sucumbir a su paroxismo largamente contenido.

Esa noche, como todas las noches anteriores, no paso nada.

Este congal se volvio un languido recuerdo de aquello que ya no es y de eso que ya no soy.